Wednesday, November 25, 1998

Nov 25/98 - PMB Entrevista "Pdvsa apagó los motores con el último dividendo"...a raiz de mi renuncia a la Junta Directiva de PDVSA

El Nacional

25 de Noviembre de 1998

SIETE DIAS

Entrevista con Pedro Mario Burelli, Ex Director Principal de PDVSA

Pdvsa apagó los motores con el último dividendo

Antes de que se produzca la "aluminización" de la petrolera estatal, uno de sus ex directivos renuncia para no "presenciar o ser partícipe de ese proceso". Los dividendos tendrán consecuencias funestas en el plan de expansión y las operaciones de la industria

HUGO PRIETO

El pasado miércoles 14 de octubre, Pedro Mario Burelli Briceño notificó al presidente de la República, Rafael Caldera, su decisión de renunciar al cargo de director principal externo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que desempeñaba desde marzo de 1996. Burelli intentó obtener una audiencia personal con Caldera, pero como no pudo ser recibido en Miraflores, se comunicó con el Presidente a través de una misiva.

En esa carta, Burelli fundamentó su renuncia en la "irresponsabilidad del accionista (el Estado)" al presionar a Pdvsa para obtener un segundo dividendo en 1998, a pesar de que la industria petrolera ya le había aportado al Fisco Nacional la cifra de 7,2 millardos de dólares a lo largo del año.

Aunque no alegó otros motivos para tal determinación, al parecer el ex vicepresidente de la banca de inversiones JP Morgan & Co había asumido una actitud de oposición ante la mayoría de las medidas aprobadas en los últimos meses por el directorio de Pdvsa.

-¿Usted renuncia a la directiva de Pdvsa debido al último dividendo aprobado en la asamblea de accionistas?

-Ese dividendo es la última guinda, que en mi caso se convirtió en una cuestión de principios. En todas las asambleas a las que asistí, hice pública mi preocupación por la manera, un tanto superficial, en que se discutía el tema de los dividendos, tanto en el Gobierno como en el Congreso. De esa preocupación está al tanto la directiva de Pdvsa. A principios de julio se envió una comunicación al representante del accionista (Erwin Arrieta, ministro de Energía y Minas), en la que se advertían los riesgos de endeudar a la empresa para pagar dividendos. Eso se hizo luego de que el Gobierno solicitara un segundo dividendo por un monto de 240 millardos de bolívares. La más reciente declaración, por 537 millardos de bolívares, significa un total de 1,7 billones para el año. A mí no me quedó otra cosa que presentar mi renuncia, como única manera de ser consecuente con mi posición.

-¿Esos dividendos no se hacen contra las ganancias que obtuvo Pdvsa en 1997, cuando se obtuvieron beneficios por casi siete millardos de dólares?

-El año 1997 fue un ejercicio extraordinario, pero los dividendos no tiene tanto que ver con eso como con el reto que la empresa tiene por delante, porque esas ganancias, obviamente, estaban comprometidas con el plan de inversiones que Pdvsa está realizando con la aprobación del accionista.

-Sin embargo, nunca se conocieron los motivos de su renuncia.

-Cuando uno ocupa una posición como ésta, uno debe renunciar ante la persona que lo designó. Y eso fue lo que yo hice. Las causas de mi renuncia, obviamente, van más allá del dividendo. Creo que ante el lamentable desenlace que tuvo la contratación colectiva en noviembre del año pasado, resultó evidente que el objetivo del accionista (Erwin Arrieta, en representación del Gobierno) está reñido con criterios de sana administración, fin último de cualquier directiva de una empresa.

-¿No hay, detrás, un enfrentamiento con otros directores de Pdvsa, incluso con el presidente de la corporación, Luis Giusti?

-Para nada. Creo que Giusti entiende las razones de mi renuncia. Yo respondo, básicamente, por mis actos. Tengo un gran respeto por mis colegas de junta y realmente fue muy grato pasar dos años junto a ellos. Yo no lo veo como un enfrentamiento, sino como una decisión individual.

El papel del Gobierno

-En una oportunidad, el Gobierno quiso echar mano de las cuentas por cobrar de Pdvsa (alrededor de un millardo de dólares), pero el directorio se opuso. ¿Por qué en esta oportunidad no dejó claramente definida cuál es su responsabilidad como administrador?

-El caso al que se refiere ocurrió en un período similar (1988, año electoral), cuando el gobierno de Lusinchi intentó cobrar un pago adelantado de impuestos y el directorio se opuso, ya que era quien tenía que aprobarlo. En el caso de los dividendos, es el accionista el que toma la decisión; y por ende, un director que tiene voz, pero no tiene voto, lo único que puede hacer es manifestar su desacuerdo o no. A mí no me quedó más remedio que renunciar y dejar al accionista en libertad para que nombrara a un director que se acople mucho más a sus objetivos.

-¿Cuál es el papel que cumple el Gobierno en Pdvsa?

-El Ejecutivo no ha entendido que tiene tres roles fundamentales en Pdvsa. Uno, como administrador de un recurso no renovable, propiedad de la Nación, le ha otorgado una concesión a Pdvsa para desarrollar, en forma exclusiva, todas las reservas, por eso el Estado tiene derecho a cobrar una regalía; dos, la Hacienda Pública tiene derecho a cobrar impuestos y cualquier otro tributo que considere aplicable; y tres, como accionista tiene derecho a exigir un dividendo y a disfrutar de la apreciación o depreciación de la empresa. Pero esto conlleva una responsabilidad fiduciaria, que lo obliga a velar por la salud de la empresa. Este último rol no lo cumple. El Gobierno se enfoca en los flujos, al punto de que el dividendo se trata como un tributo o como remuneración a una inversión.

Impacto fiscal

-¿Cuál va a ser la participación de Pdvsa en el ingreso fiscal?

-A Pdvsa le queda un trecho por recorrer para poder presentarle al país un nivel de gastos controlable. En este contexto sería bueno considerar el millardo de dólares que se deja de percibir por subsidiar el mercado interno; el incremento de un millardo de dólares en los costos laborales, como resultado de la última contratación colectiva -que se firmó bajo la presión del Ejecutivo-, la decena de millardos de bolívares que Pdvsa paga para sufragar los gastos del Ministerio de Energía y Minas y, finalmente, el impacto que la sobrevaluación de la moneda tiene en una empresa cuyos ingresos, casi en su totalidad, son en dólares, mientras que un porcentaje no despreciable de sus gastos aumenta debido a la inflación interna. Si el próximo Gobierno sigue presionando para obtener dividendos a ser pagados con deuda, terminaremos incrementando los gastos de financiamiento. Todo esto hay que cuantificarlo cuando se habla de la contribución de Pdvsa al fisco.

¿Cómo se hizo efectivo el último dividendo, si Pdvsa no tenía flujo de caja para hacerlo?

-El impacto sobre el flujo de caja ha tenido tanta repercusión que se lo voy a explicar como lo hice con Federica, mi hija de 11 años. Un señor llamado Seniat me debía una buena cantidad de dinero, y aunque no es muy buena paga, contaba con esos recursos para cancelar la construcción de mi casa el año que viene. Un buen día, la señora Hacienda, jefa del señor Seniat, ordena que me paguen anticipadamente la deuda. Contento por haber recuperado el dinero, me dirijo a casa, pero en el camino me atracan y me quitan el dinero. ¿Te imaginas el problema? Seniat ya no me debe nada, la plata me la robaron, la policía no toma en cuenta mi denuncia y, sin embargo, tengo que honrar mis compromisos con el constructor que me está haciendo mi casa. Ahora, a pesar de tener mis balances un poco afectados, tengo que ir al banco y endeudarme para poder pagar mi casa. Ojalá que está explicación sirva para quienes insisten en señalar que los dividendos no afectan el flujo de caja de Pdvsa. Por cierto, lo único que no entendió mi hija es cuál es mi relación con el atracador que se llevó el dinero.

-¿Se refiere al reintegro del impuesto a las ventas que el Seniat tiene que hacerle a Pdvsa? -A Pdvsa y a otras empresas exportadoras.

-¿Qué opinión le merece la transformación de Pdvsa?

-La transformación no es un evento, sino un proceso. El cambio de estructura formal se dio mucho más fácilmente de lo que esperábamos. Sin embargo, como ocurre con los aviones, el despegue no es todo. Si se apagan los motores o se distrae la atención, o bien se cae, o bien terminas llegando a un destino distinto. Ojalá se mantengan tanto el compromiso como el sentido de urgencia. La transformación no tiene vuelta atrás y seguirá como proceso por mucho tiempo.

-¿Cuánta gente hace falta para que Pdvsa ejecute sus operaciones?

-Es obvio que, con una estructura de filiales integradas, había funciones redundantes. Es claro que al eliminarlas, en un primer análisis, debería sobrar un porcentaje importante de gente. Si es 15% o 30%, es algo que tiene que analizar la empresa.

Apertura y operaciones

-¿Cómo se puede conciliar la apertura petrolera con los recortes de producción?

-Creo que el Gobierno se engolosinó con los ingresos de la apertura y se atragantó con las implicaciones de esta política.

-¿Por qué?

-Bueno, después que se invitó gente a participar aquí, con una política clara de expansión, echar para atrás debió ser producto de una reflexión más profunda, que tomara en cuenta todas las implicaciones.

-¿Qué es lo que están percibiendo las empresas que vinieron a Venezuela?

-Creo que están desconcertadas. Ellos entendían que una política de volúmenes tendría un riesgo en la estructura de precios a escala mundial. Sin embargo, quisieron venir a Venezuela, en el entendido de que al contar con bajos costos de producción, siempre se podría ganar con volúmenes.

-Estamos frente a la guerra de precios, entonces...

-Hay que actuar en función de los verdaderos intereses del país: ni recortes que nos hagan perder mercados, ni una guerra de precios que no podamos ganar. Creo que ha habido mucha improvisación y precipitación, y se comprometió al país sin medir las consecuencias.

-¿Cuál sería la respuesta frente al dilema que tenemos?

-Es obvio que tenemos que controlar los costos, porque eso distorsiona la ventaja que significa poseer una base importante de recursos.

-¿Venezuela no tendría que jugar un papel en un esquema que favorezca las ganancias y las operaciones en el país? ¿No se necesitan políticas para eso? -Creo que teníamos una política clara de expansión, que desde un principio planteaba un enfrentamiento con nuestros socios de la Opep. A partir de allí, se hicieron muchísimas inversiones en este país. Es posible que haya que revisar algo, pero la cuestión es no precipitarse.

El papel del Estado

-¿Usted está de acuerdo con la venta de acciones de Pdvsa?

-Me inclino más por la posición de que la venta de Pdvsa se haga, fundamentalmente, para dotar a la empresa de los recursos que hacen falta para acometer su plan de inversión, y pueda acudir al mercado de capitales con el propósito de levantar no deuda sino capital, y como segunda consecuencia, para apoyar al Estado en sus responsabilidades de control sobre la empresa.

-¿El Estado venezolano controla a Pdvsa?

-Puedo afirmar, con cierto conocimiento, que ningún ente del Estado tiene la solidez institucional, el conocimiento técnico o la claridad de objetivos para controlar una empresa de la complejidad y magnitud de Pdvsa. Mi planteamiento es muy distinto a la cantaleta de siempre -no es que Pdvsa es un Estado dentro del Estado-. Lo que pasa es que muchos de los que repiten eso son los responsables de que se haya desmantelado al Estado. Pero construir instituciones es cuestión de años, si existe la voluntad. Si la solución a este dilema es destruir a Pdvsa y nivelarla al resto de las instituciones del país, es preferible colocar acciones en el mercado y crear una base constituyente más amplia, que se comporte como aliado del Estado al evaluar el desempeño y el resultado de la empresa, si no en dolientes al momento de defenderla frente a un cambio de prioridades por parte de ese mismo Estado.

-Antes de que Pdvsa siga los pasos del complejo alumínico...

-He dicho varias veces que renuncié para no presenciar o no ser partícipe de la "aluminización" de Pdvsa.

-¿Cuánto tiempo hace falta para llegar hasta allí?

-Dado el nivel de dependencia que el país tiene del petróleo, que jamás lo tuvo con el aluminio, imaginarse esa posibilidad es tan aterrador que no me atrevería a hacer ninguna predicción. Lo que sí digo es que destruirla es mucho más fácil que construirla.

Aspectos políticos

En los se divulgó corrillos petroleros corrió la especie de que la renuncia de Pedro Mario Burelli se había producido tras una reunión que sostuvo con el candidato Hugo Chávez Frías. ¿Un lance electoral? Chávez ha dicho que nombrará un nuevo directorio al frente de Pdvsa si obtiene el triunfo electoral en diciembre, incluida la destitución de Luis Giusti. El encuentro con el candidato, según esas fuentes, se efectuó a espaldas de Giusti, en detrimento de una mera cuestión de lealtad con la corporación. Burelli reiteró que "su renuncia obedece a la efectos que tiene sobre la empresa la política del accionista". Una postura que va mucho más allá de los dividendos.

Ciertamente, el encuentro con Chávez se produjo en febrero de este año, cuando el abanderado del Polo Patriótico "tenía siete puntos en las encuestas". Burelli asegura que la reunión se produjo "casi de manera fortuita, a solicitud de un viejo amigo -el coronel (r) Luis Alfonzo Dávila-, quien resultó ser un estrecho colaborador de Chávez". ¿Sabía Luis Giusti del encuentro? "Sí", responde Burelli. De hecho, Giusti aprobó la participación de Raúl Reyna, gerente de comercialización de Pdvsa. "A Chávez se le hizo una presentación similar a la que hacían, en ese momento, las audiencias externas que querían conocer la coyuntura petrolera".

El candidato del Polo Patriótico "hizo muchas preguntas". Pero las posturas ulteriores de Chávez despertaron en Burelli este comentario: "Su discurso petrolero no cambió ni un pelo, luego de un intercambio completo de información. Me da la impresión de que lo que le explicamos no le convenía entenderlo, desde el punto de vista del discurso que quería mantener en ese momento". ¿Ha cambiado la postura de Chávez? "No la entiendo y desde ese día no me he reunido con ese señor".

Otro episodio de la política nacional despierta la curiosidad de Pedro Mario Burelli. En 1993, mientras se tambaleaba el gobierno de Carlos Andrés Pérez, surgió un comentario venenoso: una emisión de bonos de la República habría fracasado por los informes elaborados por la banca de inversión J.P Morgan, en la que Burelli cumplió asignaciones de alta responsabilidad. La conexión surgió a cuento luego de una hilación de hechos aparentemente incuestionables: Miguel Angel Burelli Rivas, para entonces "notable", actuaba en conexión con su hijo, Pedro Mario, para "desestabilizar" al gobierno de Pérez, quien le habría ordenado a Gustavo Roosen -para entonces presidente de Pdvsa- viajar a Nueva York, con la única misión de acabar con la ola especulativa que amenazaba las finanzas públicas. "No recuerdo bien ese hecho, pero algo de eso hubo", dijo el ex presidente, vía telefónica desde su residencia en Altamira.

¿Qué ocurrió?

"Ese incidente se aclaró, para satisfacción de todos, y yo estoy muy satisfecho en la forma en que se hizo", afirmó Pedro Mario Burelli.

-¿Es cierto que el ex Presidente Pérez le encomendó a Roosen que hiciera una gestión en Nueva York?

-Este incidente se saldó a satisfacción de todas las partes envueltas.

-¿Su posición en la banca Morgan se vio afectada de alguna manera?

-En absoluto. Como dije, este tema se resolvió para satisfacción de todos.

-La conexión familiar que lo une a su padre, ¿no se utilizó para fines políticos?

-Cuando me referí a la confusión de ese entonces, había algo de eso. Pero lo que caracteriza la relación que existe entre mi padre y yo es un respeto absoluto por las actuaciones individuales de cada quien.


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