Monday, December 16, 2013

Dec 16/13 | PMBEntrevista: "Debíamos haber estado preparados para el ventajismo"

El Universal, lunes 16 de diciembre 2013

VENEZUELA: "Debíamos haber estado preparados para el ventajismo" - Política - Entorno Inteligente

El Universal / Pedro Burelli, exdirectivo de Petróleos de Venezuela y asesor financiero de mercados emergentes, dice que el respeto y agradecimiento al gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, no debe impedir que se evalúe los errores en que la oposición ha incurrido en los pasados comicios.

Egresado en Ciencias Políticas de la Universidad del Sur de California y de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard, destaca vía telefónica desde Estados Unidos −donde reside−, que en el plano internacional el presidente Nicolás Maduro está perdiendo la batalla de la legitimidad, pero no por los recientes resultados electorales, sino por su desempeño. 

−¿Qué conclusiones tiene de los resultados de las elecciones municipales? 

−Que nadie obtuvo la victoria que deseaba, quien realmente perdió fue el país. Seguimos en una lucha polarizada que obviamente tiene desconcertado a un creciente segmento de la población que no encuentra respuesta de ningún lado, por lo cual no se pudo generar una victoria convincente que salve ya este manoseo del poder en el que estamos desde hace muchos años. Que el Gobierno siga gestionando los asuntos del país como si tuviese un mandato absoluto nos llevará a la ruina, y que la oposición no logre aprender de sus errores, contribuirá a esa ruina. 

−¿Qué le hace falta a la oposición para consolidar una mayoría? 

−Creo que lo más grave es que el vender la unidad a ultranza sin que esté realmente amarrada a ideas de futuro y a líderes, que son quienes van a ejecutar esas ideas, es un problema. En la unidad están agazapados muchos políticos que no representan a nadie y no conectan con nadie. Cualquier analista político le pediría a estas personas que se retiren y que le den el paso aquellas personas que por sus ideas, por su carisma o por su deseo de buscar representación puedan estar en conexión con un país ávido en reconectar con una clase política nueva y fresca. 

− La construcción de la unidad en la oposición se ha hecho con los principales partidos. ¿Debe construirse una nueva unidad que no se quede solo en los partidos? 

−Esto es parte del error, porque si bien en una democracia los partidos son esenciales, los partidos se tienen que volver indispensables y no lo son (en el caso venezolano). Hay partidos que no representan a nadie, unos que se han vuelto micropartidos, partidos que no tienen el mínimo sustento ideológico y otros están liderizados por gente que nadie sabe cómo es que lograron ser las cabezas de los partidos.

− Sin embargo, algunos méritos debe tener la conformación de la unidad actual. 

−Lamentablemente eso es un tema de interpretaciones. En la política bien jugada son los resultados los que determinan si se están haciendo bien las cosas o no. La gran política se juega en Inglaterra cuando el líder del bando que pierde da paso a una renovación inmediata, porque esas coaliciones que son para ganar se tienen que evaluar en base a los resultados. Si vamos a una contienda con condiciones conocidas, no podemos estar sorprendidos de los resultados naturales del desbalance, del ventajismo, porque eso lo sabíamos desde el principio. Es una condición base, por lo que no hay excusa para decir: "Perdimos por el ventajismo". Esa es la condición para la que deberíamos prepararnos, y ese es el campo de batalla y en el que se nos está pidiendo que sigamos yendo. No es un tema de unidad, es un tema de estrategia.

− ¿En el campo de la estrategia que ha hecho falta? 

−Sobre todo es consistencia. No se puede estar cambiando de énfasis porque en una reunión se llega a una conclusión cuando el país no puede cambiar en 24 horas y decir de repente que el CNE tramposo es el que ahora nos va contar los votos. Se requiere un poco más de respeto. Si se hace una gran campaña para hablar de un fraude, eso se tiene que cerrar. Puede que se decida ir a una elección, pero hay que explicar por qué. También se puede hacer las dos cosas simultáneamente y no abandonar la lucha, pero no hay que intentar pretender que aquí no pasa nada. La gente es más inteligente que lo que algunos de sus dirigentes políticos creen.

− ¿Usted cree que el tema de los comicios presidenciales del 14 de abril y el supuesto fraude no se cerró bien? 

−Es que quedó totalmente abierto y eso es uno de esos cálculos equivocados que pasan por una evaluación equivocada de dónde está el país. La gran mayoría del país quiere un cambio, quiere vivir mejor, quiere estar en sosiego y no absolutamente preocupado de gerenciar, manejar y sobrevivir en esta polarización que no ayuda a nadie. Peor, no hay un mensaje que le pueda llegar a esa gente, que haciendo una acción "A" o "B" se va a entrar en un mejor porvenir. 

− ¿Los resultados electorales ponen en riesgo el liderazgo de Henrique Capriles Radonski? 

−Sería un sin sentido no reconocer y agradecer a Henrique Capriles su constancia, su valentía, su resilencia, porque ha dado demostraciones de un compromiso con el país como poca gente la ha dado en los últimos 20 o 30 años. Lo que no creo que debamos hacer es que por ese respeto y agradecimiento no discutamos dónde pueden haber habido errores en la estrategia que nos han llevado a dónde estamos. Un gran reconocimiento a Henrique Capriles no debe impedir una discusión abierta y franca sobre los errores que se han cometido. En la política se gana y se pierde y cuando se pierde hay que entender por qué se perdió. El futuro de Henrique Capriles pasa por poder evaluar lo que ocurrió. Hay que evaluar dónde han estado los errores por los que en tres elecciones seguidas, con un país ávido de cambios, no se le ha podido dar al país el cambio. Eso, sin duda, merece un análisis.

− ¿Las elecciones pasadas le dieron legitimidad al presidente Maduro en el plano internacional? 

−El tema de la legitimidad Maduro lo está perdiendo, no por las elecciones, sino por su desempeño. Él habla en Venezuela sin darse cuenta la risa, sorpresa o asco que dan sus palabras afuera. Esto ya no es un tema electoral, sino que como representante de Venezuela Nicolás Maduro tiene muy poca credibilidad en el mundo y muy poca gente se va querer tomar una foto al lado de él. Está perdiendo credibilidad. 

− ¿Dejó de ser la Revolución Bolivariana la vanguardia del socialismo en América Latina? 

−El mundo la ve como un fracaso, porque todos los días dice Maduro que hay que corregir lo que se hizo en el período de Chávez. Esto lo ven los países y se dan cuenta. Lo ven como un fracaso, los países se dan cuenta que este era un modelo que era solo factible por un boom petrolero, por lo tanto no es un modelo a seguir. Una cosa es que la gente reciba dádiva y otra que se vaya a copiar el modelo. 

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